22.6.08

Reportaje a Ilo Krugli por Guillermo Bernasconi

Atravesando una rápida avenida en el medio de la selva de cemento paulista detrás del portón de reja amarillo y en el medio de una espesa vegetación, con perros que aparecen a saludar, sale este ser luminoso, mezcla de sabio y duende. Muchos viajes, gran cantidad de premios y unas treinta obras son el resultado de una vida consecuente con sus ideales. Se convirtió en un referente del Teatro infanto-juvenil brasileño, comenzó como titiritero y hoy a los 72 años y después de toda una vida dedicada a la lucha por el teatro esta más activo que nunca por estrenar “Víctor Hugo ¿dónde estas?” , que habla de la explotación infantil, con su mítico grupo VENTO FORTE que va a cumplir 29 años de actividad ininterrumpida.
Desde siempre el teatro
Cuando era niño ya jugaba con títeres, hacía teatro todo el tiempo, recuerdo que a la mañana hacíamos con calabazas y papel maché las cabezas de los muñecos y a la tarde la función. Lo gracioso era que como la pasta de papel aun estaba húmeda se iban cayendo los pedazos durante la presentación que hacíamos al pié de una escalera, en una casa que vivía en Valentín Alsina. Después incursioné en la cerámica y entré en el ambiente teatral porteño. Conocí a los Di Mauro dando una función en el Teatro “La Máscara” done formé varios elencos de titiriteros y teatro infantil: Ta-Te-Ti, Coyuyo que viajando se transformó en Cocuio...Después de recorrer América del sur dando funciones junto a Pedro Domínguez, cuando llegamos a Brasil en 1961el grupo se llamaba “El teatro de Ilo y Pedro” y así trabajé durante once años en la Escuelita de Arte de Río de Janeiro creada por el pintor y periodista Augusto Rodrigues, quien comenzó a inclinarse por los niños cuando vio una función de Javier Villafañe. Durante el tiempo que trabajé en la Escuelita me dedicaba a dar talleres y formar gente en teatro y títeres. En el ’73 me fui a Chile y formé el grupo Manos con el trabajábamos en el Museo de Bellas Artes de Santiago donde viví todo ese desastre del golpe y me salvé de milagro porque en Brasil rezaban por mí, ... vi cosas terribles... Luego volví para Buenos Aires por poco tiempo para después retornar a la Escuelita de Arte donde di un curso de teatro a un grupo grande y así surgió la posibilidad de armar un espectáculo para un Festival de Títeres y Teatro infantil en Curitiba y en 12 días armamos con mis alumnos “Histórias de lencos e ventos”, un espectáculo maravilloso que nos dió muchas satisfacciones.
Sopla un Viento fuerte
Todavía el grupo no tenía nombre había sido una producción colectiva que yo dirigí y en una crítica de diario le pusieron “Vientos fuertes en el Teatro Infantil” y así le quedó el nombre Vento Forte. Somos unas veinte personas involucradas en el proyecto en donde incluimos música, teatro, danza y títeres, también hay mucha gente importante que participó, como Osvaldo Gabriele de XPTO (Otro argentino de peso en el teatro brasileño). Nos desarrollamos en Río durante cinco años, después del cuarto espectáculo en 1981 emigramos a San Pablo en donde alquilamos una casa que al no poder pagarla nos trasladamos e instalamos en un terreno baldío que todavía conservamos. Es este lugar que hace veinte años era un basural, nosotros construimos todo, las casas, los galpones, plantamos... este es un terreno de La Caixa económica Federal (un Banco estatal) y todavía no sabemos que va a pasar. De los fundadores del grupo sólo quedo yo pero en Río quedó el resto y formaron el grupo Hombú, que son muy conocidos.
Después de hacer teatro en grupos grandes fue que decidí tener espectáculos unipersonales, creo que el teatro es siempre de trabajo colectivo, pero el grupo debe tener afinidad, de lo contrario es difícil que resulte.
Aprendí a hacer teatro con títeres, el títere es un ser intermediario entre el público y el actor, no es el teatro realista en donde te caes y te lastimas es un poco diferente, y además desenvolví mi voz, que es muy útil porque con un títere se consigue tener la voz de un gigante, la potencialidad es enorme.
Pan y teatro
Creo que el teatro está siempre pidiendo limosna y por primera ves en San Pablo salió una ley de Fomento que si se cumple nos daría la posibilidad de difundir nuestro trabajo, el país tiene la obligación de cuidar de su patrimonio cultural para que no desaparezca. A pesar de las dificultades es hermoso vivir del teatro en el día a día, en el pan que comemos...

TEATRO VENTO FORTE.
Rua Brig. Haroldo Veloso 150-Itaim Bibi


04533-080-San Pablo. Brasil
E-mail: teatroventoforte@uol.com.br




Niño que vuelve y renace con el día,
Andariego andante, amante del Teatro,
La patria universal que ríe y llora.
Puse un pié en el camino, “Ché” de ojos azules,
Tomé los títeres de trapo, las figuras
Dibujadas.
Papel maché, calabazas, baratijas,
Con telas y lanas despeinadas, el blanco.
Nieto y bisnieto del viejo Villafañe
Caballero de la mano de fuego.
Es el joven inmortal, a las cinco de la tarde,
Federico García.
Lorca en el corazón, Herbert Reed debajo del brazo,
Junto a las vías del tren
Que partía para Bolivia.
Rosa Z.D. pregunto...
Es sólo títeres
¿Que vas a hacer en la vida?

Fragmento final del poema “Discurso sobre Juguetes” de Ilo Krugli (1993)

Hacemos Teatro para que nuestros pies y
Manos no olviden su larga y maravillosa
Historia de artesanos del movimiento
Del alma del hombre en el amor y la creación.
Y de nuestras manos saldrán barcos pequeños
Y sábanas azules como el cielo en busca
De libertad y de un destino elegido.


Fragmento final del poema “porque hacer teatro para niños”(2000)

Publicado en FardoM Nº 25 Ene.Feb. Marzo 2003